martes, 25 de enero de 2011

Cultura y Poesia para Fascistas III.



El Camarada
Por
Robert Brasilliach


Le hemos visto cuando franqueaba la puerta,

Le hemos visto cuando volvía la cabeza,

Le hemos visto, en la noche muerta,

Cuando se iba a través de la prisión.


Le hemos visto, como a tantos otros,

Fuera de estas paredes, hacia los tribunales,

Fueran o no fueran de los nuestros,

Todos se fueron tan fraternalmente.


Le hemos visto, hacia los edictos de los hombres.

En esta putrefacta mañana de otoño,

Le hemos visto, parecido a nosotros,

Irse tranquilo, y hasta algo sonriente.


Le hemos visto en este amanecer húmedo,

Le hemos visto entre los que decían “hasta luego”,

Y hemos empezado nuestra espera:

¿Le volveremos a ver cuando llegue la noche?

martes, 18 de enero de 2011

A aquellas que son nuestra luz en esta noche del alma.


La mujer es la voluntad en el destino de los hombres.

tiempo atrás les negamos el derecho de legislar y ellas son las que dictan las

reglas.

Les cerramos las puertas de la ciencia; mas nunca se pudo privarla de

avasallar a nuestros sabios con el recurso de su ingenio.

La menospreciamos como inepta para la guerra, y no comprendimos que la

mujer rinde y domina a los héroes con las armas de su belleza.

Ellas son eje rector y factor principal de nuestra vida.

Ellas y solo ellas. por ello la historia del hombre se sintetiza en una pregunta:

¿Quien es ella?

¿Quien es ella? pregunta el mundo al poeta que en la serena tarde de otoño

busca inspiración en los ultimo rayos de luz de día.

¿Quien es ella? pregunta el mundo al que bebe y al que llora

¿Quien es ella? pregunta el mundo al que canta

¿Quien es ella? preguntara el mundo al autor de estas lineas.

y el autor le contesta: Ella es simplemente hermosa como la Aurora que

sonríe.

"Dedicado a todas nuestras camaradas, que luchan incansablemente
a nuestro lado ustedes son la fuerza de nuestro ideal. Gracias"

lunes, 17 de enero de 2011

Ion Motza y Vasile Marin.... ¡Presentes!



Conferencia ofrecida en Honor de los camaradas Legionarios de la Guardia de Hierro Rumana, caidos en combate el 13 de Enero de 1937, nosostros nunca los olvidaremos pues marchan con nosotros en espiritu.
Esta conferencia se dio dentro de las jornadas semanales de formacion del Frente Juvenil NS.









lunes, 10 de enero de 2011

Carta de Magda Goebbels a su Hijo Harald


Hace seis días que estamos aquí, en el bunquer del FÜhrer, papá, tus seis hermanos y yo, para poner a nuestra vida Nacionalsocialista el único fin posible y honroso. No se si recibirás esta carta. Tal vez exista un alma humana que me permita enviarte mi último adiós. Quiero que sepas que permanezco al lado de Papá contra su voluntad y que este ultimo domingo el FÜhrer todavía quería ayudarme a salir de aquí. Ya conoces a tu Madre: los dos llevamos la misma sangre, no tuve que pensarlo ni un momento. Nuestra magnifica idea se desmorona, y, con ella, todo lo que en mi vida conocí de hermoso, admirable, noble y bueno. El mundo que vendrá después del FÜhrer y del Nacionalsocialismo no merece que se quiera vivir en el. Por ello, he traído conmigo a los niños. La vida que se avecina no es digna de que ellos la vivan y un Dios bondadoso ha de comprender que Yo misma los libere. Tú vivirás, y solo una cosa te pido: no olvides que eres un Alemán, nunca hagas nada contrario al honor y procura con tu vida que nuestra muerte no haya sido en vano.

Los niños son estupendos. En estas circunstancias, más que primitivas, se cuidan solos. Si tienen que dormir en el suelo, si pueden lavarse, si pueden comer y que es lo que comen: nunca una palabra de queja ni un llanto. Las explosiones sacuden el bunquer. Los mayores protegen a los pequeños y su presencia es ya una bendición, aunque solo sea porque de vez en cuando hacen reír al FÜhrer

Anoche el FÜhrer se quito su insignia de oro y me la prendió a mí. Estoy orgullosa y contenta. Quiera dios darme fuerzas para hacer lo ultimo y mas difícil. Solo tenemos un objetivo: ser fieles al FÜhrer hasta la muerte, y poder terminar nuestra vida con e
El, es una gracia del destino con la que nunca nos atrevimos a contar.
Harald, querido muchacho, te diré lo mejor que he aprendido en la vida: Se Fiel. Fiel a ti mismo, Fiel a los hombres y Fiel a tu patria en todos los aspectos.

(Hoja nueva)

Es difícil empezar una hoja nueva. Quien sabe si podre llenarla, pero quisiera darte tanto amor y tanta fuerza y quitarte todo dolor por nuestra perdida. Este orgulloso de nosotros y trata de recordarnos con orgullo y alegría. Todos tenemos que morir, ¿y no es más hermoso vivir menos pero con honor y valentía que tener una vida larga en condiciones vergonzosas?
He de terminar… Hanna Reitsch se llevara esta carta. Va a salir otra vez. Te abrazo con mi más tierno, entrañable y maternal amor.

¡Querido hijo mío
Vive para Alemania!

Tu madre.
Magda Goebbels

Nuestros Ejemplos: Magda Goebbels

MAGDA GOEBBELS
Por
Aurora

“No hay mayor nobleza para la mujer que ser la madre de los hijos y hijas de un pueblo. Toda esa juventud que vemos tan hermosa hoy, rostros alegres, ojos brillantes, ¿Donde estarían si, sin cesar, no hubiesen encontrado mujeres para darles vida?"

A.Hitler


Sabemos que el Nacionalsocialismo es una cosmovisión entre cuyos sinónimos están la lucha y el sacrificio por tal motivo dio a la historia a una mujer con dichas características, pues no podía ser de otro modo, su nombre era Magda Goebbels. Esposa del ministro de propaganda Joseph Goebbels durante la Alemania Nazi. Madre de siete hijos se mostró siempre fiel y dispuesta a mantener su matrimonio a pesar de los rumores de la infidelidad de su marido. Era una mujer muy bella y su familia fue considerada como modelo y por tal fotografiada en varias ocasiones.

Hasta en los últimos momentos en los que el Nacionalsocialismo ostentaba el poder en Alemania se mantuvo totalmente fiel a su ideal pues sentía una gran admiración por Adolf Hitler y por supuesto profesaba un gran amor a su marido.

Ya en los que serían los días finales de la vida del Führer se trasladó junto a sus hijos a vivir al lugar donde Hitler entregaría su vida, el Bunker situado en la ciudad de Berlín, ya que deseaba estar junto a su marido y éste último no estaría dispuesto a abandonar a Hitler. Magda conocía y más que eso, entendía perfectamente su papel como esposa y ese papel, ese destino escrito era el de estar junto a Goebbels aunque ello implicara sacrificar su libertad y su vida, dos valores fundamentales para cualquier ser humano, y no solamente la de ella misma sino la de sus seis hijos más pequeños.

Acto este último que le ha valido innumerable cantidad de críticas por personas que solo son capaces de ver muy por encima decisiones tan difíciles como lo fue esta para Magda, argumentando con no poca sorpresa que debía ser una mujer que padecía de sus facultades mentales o simplemente obsesionada, impulsos que la llevaron a cometer actos tan reprobables como lo son matar a sus propios hijos, no fue en sí un asesinato de esa manera tan simple y burda ya que este hecho es mucho más simbólico y trascendental que como nos lo han querido presentar todos aquellos que se dicen conocedores de la historia.

El Nacionalsocialismo por su grandiosa esencia liberadora generó muchos enemigos, enemigos del valor, la libertad y la lucha, por lo tanto Magda al tener conocimiento de que Alemania estaba perdiendo la guerra contra el comunismo sabía que al terminar ésta cualquier persona que se llamase portadora de la ideología se convertiría de inmediato en enemigo de los vencedores, en ese momento el comunismo ruso, Magda por supuesto no sería la excepción. En palabras que ella misma expresó y que denotan el móvil que tendría para tomar tan difícil decisión: “No traje niños al mundo para ser mostrados como animalitos curiosos en América o en la Unión Soviética como ‘retoños del propagandista Nazi Goebbles’. Aunado a esto es importante mencionar que es de suponer que ella conocía en esencia los fundamentos del Nacionalsocialismo, sabía entonces, que esa era la única verdad que había que seguir y que todo lo bueno de Alemania se perdería totalmente después de la caída de éste y no sólo para Alemania sino para el mundo entero significaría una pérdida irreparable y simplemente un mundo sin él no merecía la pena ser vivido.

Es entonces comprensible que la decisión de ir a vivir al lado de su marido en esas circunstancias tan peligrosas y con el conocimiento pleno de que sería el fin de los portadores de la idea Nacionalsocialista no sería fácil, junto a Joseph lo meditó y concluyó que era lo mejor para su familia, que el ideal lo requería, que sería necesario sacrificarse y luchar hasta el final dominando sus instintos de madre, elevándose por encima de cualquier otra mujer conocida, portando con honor la bandera y el ideal Nacionalsocialista siempre y hasta el final de sus días.

Especialmente serán las mujeres las que con mayor facilidad comprenderán lo difícil de esta decisión pues una madre siempre querrá lo mejor para sus hijos, que gocen de buena salud, que sean prósperos y felices, pero aún por encima debe permanecer inmutable nuestro ideal y nuestra fortaleza debe consistir en ser capaces de elevarnos por encima del mundo material y dar la vida por él cuando así sea necesario. Esto nos enseñó Magda con su ejemplo, fue capaz de superar tal vez sus mayores temores en la vida.

Incluso antes de morir, Hitler la instó a abandonar Berlín y escapar cuanto antes con sus hijos, le ofreció hacer todo lo posible para que se fuera sin problema, a lo que ella se negó rotundamente.

A pesar de no haber ocupado algún cargo militar, fue condecorada por el propio Hitler con el emblema del partido que el portaba, lo que la llevó a ser considerada como la persona más condecorada del III Reich.

Entendemos, pues, que su lucha no consistió en salir tomar un arma y asesinar rusos, su destino estaba escrito de manera diferente, su lucha en ese momento como ya hemos visto nos sirve hoy como ejemplo de valentía y fidelidad inquebrantables, ella jamás abandonó a su Führer ni a su propio ideal, más que esto, fue capaz de entregar a la muerte lo más preciado que tenía, esa fue su verdadera lucha, vencerse a sí misma y mediante ese acto trascender.

En la actualidad se vuelve difícil tener ejemplos para admirar, todo está corrompido y todas las señales que se dan a las mujeres por ejemplo, son de absoluto egoísmo y nada de sacrificio, ella demostró que el espíritu de las mujeres es fuerte sólo debe ser guiado por un ideal que contenga en él la verdad como lo fue y aún lo es el Nacionalsocialismo, de esta manera se puede conquistar incluso la inmortalidad del alma.

El sistema liberal nos exhorta a pensar que tener hijos, tener una pareja estable, son meramente estorbos para lograr nuestros objetivos, ¿y cuáles se han convertido en nuestros objetivos? La respuesta es sencilla, solo hay que ver a nuestro alrededor, tener un auto nuevo, un mejor empleo, viajes, lujos, en resumen una vida entregada en su totalidad al egoísmo y a la vanidad. Pocas personas son capaces de voltearse a ver a sí mismas, mujeres, reside en nosotros una magia singular que han tratado de ocultarnos por largo tiempo, el poder de crear vida, y no solo de crearla sino forjarla y mantenerla con amor y carácter, tarea subestimada en la actualidad hasta el cansancio.

Cuando el final de Magda se acercaba escribió una carta a su hijo mayor, Harald, oficial de las tropas paracaidistas, explicándole la situación por la que pasaba y lo que la impulsaba a permanecer en Berlín, en ésta se puede apreciar el gran dolor que sentía por encontrarse lejos de él ya que ella sabía que serían la última comunicación que podría entablar con su hijo, muy a pesar de que no podría volver a ver a su hijo veía como un premio del destino poder morir junto a Hitler.

El 1ro. De Mayo de 1945 Magda pone fin a la vida de sus hijos y ese mismo día por la noche lo harían ella y su marido.

Estamos, pues, obligados a conocer la verdadera historia. Magda se convirtió en un claro ejemplo, cada uno debe buscar lograr el entendimiento de su propio papel en la lucha y nunca dejar de luchar, ella no tenía la ventaja que puede dar la fuerza física de un hombre, tampoco tenía los conocimientos técnicos para tomar un arma pero eso no lo necesitaba, su espíritu era fuerte y finalmente venció. Su lucha es ahora la nuestra.

La Fidelidad en Nuestra Lucha


Lectura del articulo de Jose Maria Ruiz para la Revista CEDADE No 173 año 23-1990 con el titulo "La fidelidad en nuestra lucha" .

Esto con motivo de las jornadas semanales de formacion del Frente Juvenil.

Lectura hecha por la camarada Aurora


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jueves, 6 de enero de 2011

Cultura y Poesia para Fascistas II.



SER DISIDENTE
Por
Juan Pablo Vitali

Ser disidente, es llevar una espada de luz, por los laberintos de la edad oscura.

Ser disidente, es sentir a cada paso la soledad de la estirpe, aprentando nuestros corazones.

Ser disidente, es optar por las alturas, y también por los abismos.

Ser disidente, es tallar escrituras sagradas, sobre nuestra piel.

Ser disidente, es arrojarse sobre el acero desnudo de la espada.

Ser disidente, es volver siempre a las ciudades perdidas.

Ser disidente, es haber perdido el sol de la Atlántida, y recobrarlo en los hielos lejanos del Sur.

Ser disidente, es ver el rostro de hueso de nuestros muertos, como un espejo blanco en las tinieblas cotidianas.

Ser disidente, es disentir con los dioses, si estos, nos son adversos.

Ser disidente, es ocupar las calles, hasta dominarlas.

Ser disidente, es el mármol, el músculo, la piedra, el fuego, la montaña y los caminos.

Ser disidente, es el último lobo de Europa en la caverna, el águila dormida en las alturas, el ciervo bramando, en la profundidad de los bosques.

Ser disidente, es dormir sobre puñales, y despertar iluminado por los ojos de los niños, de Dresde, de Berlín, y de Hiroshima.

Ser disidente, es asediar el tiempo del silencio, con banderas que estallan acercándose en el viento.

Ser disidente, es ser siempre el último en retroceder, y el primero en avanzar.

Ser disidente, es ser el último hombre de pie, si es necesario, con el sol por testigo, y la llama eterna de los nuestros por bandera.


Cultura y Poesia para Fascistas.


¿POR QUE YA CASI NO HAY POETAS NI GUERREROS?
(A LOS BUENISTAS Y PACIFISTAS NO LES VA A GUSTAR NADA)
Por
Juan Pablo Vitali
A los niños de fuego y de ceniza
A las ciudades arrasadas desde el aire


La poesía y la guerra nacieron juntas. Cuando el hombre tantea la muerte, siente indefectiblemente la necesidad de vincularse a algo más elevado que él mismo, superándola. Los pueblos indoeuropeos nos han dejado extensos testimonios de ese intento. El Bhagavad Gita, la Ilíada, las Sagas, el Ciclo del Grial, los Cantares de Gesta. Todo forma parte de un intento de superación de la muerte mediante símbolos estéticos, que son también símbolos sagrados.

En el instante extremo del combate es muy poco lo que puede considerarse esencial. Los antepasados y los dioses se convierten entonces en parte del guerrero. Viven ya en un mismo mundo, definitivamente, aunque el guerrero se mantenga todavía con vida.

Por eso van juntas la poesía y la guerra, porque los valores del último instante son de algún modo absolutos, y porque la muerte material debe ser superada por un alma inmortal que se lo ha ganado en la batalla.

No hay nada más poético que la muerte de un guerrero. Esa muerte implica un cambio en el universo mismo, en la sucesión de la sangre, en la comunidad que lo ha engendrado y seguramente también en los mundos invisibles donde viven los guerreros que lo han precedido.

No hay guerra sin poesía. La muerte convierte al caído, ipso facto, en un superhombre. No importa que un poeta no cante esa muerte en particular. Podría decirse que no hay muertes particulares cuando se ha ingresado como ciudadano en esa república aristocrática de la muerte con honor.

Existe, sin duda, una gloria común a todos los leales. Y dos veces benditos son los que además de pelear sinceramente, lo hacen por una causa justa. Los sinceramente equivocados tendrán también su paraíso, pero los sinceros de justas causas se elevarán sin duda a la categoría de semidioses.

En la entrega de la sangre está seguramente la estética absoluta de un espíritu poético, porque la sensibilidad del poeta y del guerrero son similares. Sólo es diferente su forma de atravesar la realidad, en un viaje hacia una realidad superior y pura, luminosa y fatal. Sobrehumana, en el sentido nietzscheano.

A medida que la edad oscura avanza, resulta más extraño encontrar una expresión o una acción heroica. Ya casi no hay poetas ni guerreros. Se han convertido en parte de una realidad extemporánea. Los hombres de esta época se mueren de forma intrascendente.

La degradación torna difícil la poesía, que desaparece como va desapareciendo la guerra en el sentido antiguo. Muy pocos hombres comprenden hoy el sentido primordial y sagrado de la poesía y de la guerra.

Algún día, pasados milenios de milenios, ese sentido sacro de las cosas volverá, para expresarse nuevamente en su real dimensión. Mientras tanto, siempre hay un pequeño espacio y un breve instante donde la estética y el pensamiento atraviesan la oscuridad. Es un punto a veces mínimo, pero a través de él podemos atravesar la eternidad, como nuestras abuelas enhebraban el hilo de coser en una aguja.